Una leyenda,

Un castillo,

Un banquete en Francia,

De los sueños a los momentos excepcionales actuales.

La copa Harcourt, heroína absoluta de una modernidad eterna.

Copa de príncipes y líderes del mundo, fue encargada por el emperador Napoleón III en 1851. Desde entonces, ha seguido reinando en las mesas más prestigiosas del mundo. Su imponente estética ha inspirado a muchos diseñadores contemporáneos: jarrones, lámparas, tazas de café, objetos de decoración y joyas conforman la gran familia Harcourt actual.

Una silueta única: base hexagonal, cáliz con seis facetas que juegan con la luz. Tan bonita a la vista como al tacto, su peso le confiere nobleza; su sonido nítido, ligereza.