Tanto en los talleres de la fábrica Baccarat, donde se produce la metamorfosis del cristal fundido, como en la pista de baile, donde cada movimiento cuenta una historia, se siente la vibración de dos universos únicos. El arte de Fanny, bailarina, y William, maestro soplador de vidrio, sigue una coreografía en la que cada gesto cuenta y cada personaje desempeña un papel esencial. Esta sinergia entre cuerpo y materia, entre pasión y transmisión, ilustra el poder de la creación humana.

«Ambos creamos cosas bellas»

William Cherrier

Déjese llevar por el universo de nuestros invitados

  • CHOCOLATERO X MODELADORA